Descripción detallada: Las vidrieras de plomo tradicionales se fabrican desde hace siglos, remontándose a la Edad Media. En aquella época, las vidrieras se utilizaban principalmente en edificios religiosos. Con el paso de los siglos, se han modernizado y se han puesto a disposición de todos los demás tipos de edificios (públicos, privados, institucionales, comerciales, etc.).
Las vidrieras tienen una función a la vez decorativa y práctica, ya que llenan un hueco sin dejar de ser estéticas. Pueden añadir una dimensión artística a un espacio y realzar su atractivo visual filtrando la luz natural a través de colores y motivos, creando una atmósfera especial en un espacio interior. Hay muchos y variados estilos de motivos, y es posible satisfacer todo tipo de expectativas de los clientes.
Desde un punto de vista práctico, las vidrieras pueden adaptarse a acristalamientos sencillos y dobles, de todas las formas (redondeadas, cuadradas, etc.) y tamaños.
Junto a las vidrieras tradicionales, existe otro procedimiento más reciente que apareció a finales del siglo XIX: las vidrieras de cobre realizadas con la técnica Tiffany. Con ella, es posible realizar vidrieras, pero también objetos decorativos más pequeños. Por ejemplo: lámparas Tiffany, parasoles y todo tipo de objetos en volumen.